Con el titulo queremos resumirlo todo, hoy en día el maestro debe corregirse así mismo, debe actualizarse, debe caminar paralelamente con sus estudiantes y no desconocer que en materia de nuevas tecnologías, ellos nos llevan una gran ventaja. Pensaremos que aun no nos toca dicha transición y que no es factible que lleguemos a semejante globalización de la enseñanza, sin embargo todavía hay quienes pretenden enseñar con base en el terror, el agravio, la manipulación por cargos de poder; la mediocridad reina en las aulas y no precisamente del todo por el estudiante, sino por la incapacidad de algunos docentes, por no preparar su discurso con propiedad ni basarse en técnicas de aprendizaje, renovadoras.
Enceguecidos, ensayamos orientar a un puñado de alumnos sin las herramientas correctas, nos jactamos de una arrogancia que proviene de nuestro “conocimiento”. La experiencia, hace al maestro, pero mientras esta llega debemos formarnos para enseñar; el concepto no es nuevo, para nada, pero las teorías del aprendizaje sí se han renovado y con ellas las técnicas para enseñar; por ejemplo: La teoría del aprendizaje significativo, ya no solamente se encarga de construir un saber único, como herramienta de trabajo, sino que también procura extender el conocimiento para toda la vida.
Entre la gran variedad de técnicas proponemos aprender a trabajar con la teoría del aprendizaje cooperativo, esta se malentiende con los famosos grupos de trabajo en el aula de clase, para aplicarlo hay que aprender cuál es su objetivo fundamental “Sin ánimo de negar la importancia de las clases tradicionales y los debates dirigidos por el profesor en la educación de los estudiantes de pregrado, es relevante que cada vez más profesores estén reconociendo las ventajas de incluir en sus cursos el trabajo cooperativo entre sus estudiantes. El trabajo en grupos pequeños, tanto dentro como fuera de clase, puede resultar un complemento importante para las exposiciones, ayudar a los estudiantes a dominar los conceptos y a emplearlos en situaciones que demanden una aplicación compleja y crítica. En una reciente charla, realizada en una reunión de Premiación de Profesores y publicada en la Serie Pedagógica titulada “Let Them Do It Themselves – In Groups”, el Profesor de Ciencias Biológicas y Presidente Emérito Donald Kennedy recordó al auditorio que los estudiantes de Stanford “logran mejorar mucho sus aprendizajes cuando interactúan”, y es importante que los profesores “hagan uso de esta técnica de aprendizaje para crear oportunidades para que la colaboración se cristalice y tome forma”. (stanford UNIVERSITY NEWSLETTER ON TEACHING INVIERNO 1999, Vol. 10, No. 2)
Hay que reconocer, que es difícil hacer interactuar al estudiante en clase, cuando el docente jamás se calla, ni permite que él o ella se comunique con el grupo en general; Maestro autoritario, predecible, siempre sesgando y cohibiendo para imponer una relación unidireccional entre el estudiantado y él. No obstante, aún persisten las técnicas agresivas, para tapar falencias de orden competitivo; no es cierto que a todo docente se le faculte poder entablar relaciones amenas y desprevenidas con los estudiantes; la competencia comunicativa debe ser por excelencia requisito del docente.
El reconocimiento, es vital para el estudiante. El docente debe formar para la vida y no solo para el momento, la entrega es total… como en la antigua Grecia que cada maestro hacia un seguimiento personalizado del aprendizaje de su discípulo. Citando nuestro anterior artículo sobre ¿Qué diablos es el E-learning? Extraemos el siguiente párrafo: “El docente, en este caso facilitador, pasa a un segundo plano en cuanto a que su objetivo es buscar la forma de crearle al estudiante una atmósfera de trabajo colaborativo o de trabajo en red. Al estudiar la etimología de la palabra, hallamos que no es nada nuevo. Se dice que en el año 400 a.C., Sócrates adoptó la palabra maiéutica para describir la idea del profesor como facilitador. Esa palabra se deriva de la palabra griega maia o comadrona y maieuesthai, “actuar como comadrona”. De ahí la afirmación de que la función del profesor era la de ayudar a sus alumnos a dar a luz sus propias ideas” recordemos entonces la función del maestro como mediador o facilitador del conocimiento, para entender de una que nuestra misión es de consagración para con nuestros discípulos, y que por lo tanto debemos actualizarnos, nunca será suficiente y siempre nos hará falta algo para aprender.
Por ejemplo, ¿Conocemos algo de la teoría del aprendizaje en redes? O sobre ¿La teoría del desarrollo cognitivo? Sabías también sobre ¿La teoría de la expansión del conocimiento? ¿Sabes reconocer las técnicas E-learning en el aprendizaje? Has oído hablar sobre ¿La etnografía virtual? ¿Alcanzas a aplicar la teoría de la actividad del socio-constructivismo? Podríamos enumerar más y más teorías que tienen que ver con la competencia del maestro para enseñar, sin embargo éste debería ser capaz también de manejar herramientas como la web 2.0: Blogs, Redes Sociales, Videocast, Rss, posdcast, presentaciones animadas. Debería también saber implementar el Checklist, tipos de evaluación, para autoevaluar su capacidad de crear cursos competitivos y a la orden del día.
Así que Maestro hay que “ponerse las pilas”, con la actualidad. El conocimiento es cambiante y las prácticas también así que, la forma de enseñar se ha renovado, no se resista al cambio, complemente su saber; reconozcamos las falencias en cuanto competencias comunicativas y pedagógicas, busquemos recursos para interactuar con nuestros alumnos y recordemos: “Nadie enseña a nadie, sin humildad para aprender, todos aprendemos de todos”.
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1 comentario:
Cabe resaltar que el artículo en mención “Enseñando a Enseñar”, sugiere una nueva técnica que le provee al docente (sujeto Feliz) una manera más cómoda y amena de hacer su trabajo. La propuesta es obtener mayores resultados en el aprendizaje del alumno para conseguir la mejor recompensa que se puede tener como docente: ser merecedores del cariño y el respeto de sus estudiantes.
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